El doctor Franklin Almeyda Rancier garantizó que las personas en riesgo como empresarios, comerciantes, periodistas, ganaderos y artistas no tendrán problemas.
Entrevistado en el programa “El Gobierno de la Mañana”, que este jueves fue transmitido desde la sede de Interior y Policía, en el décimo tercer piso del Huacal, Almeyda basó su defensa al plan en estadísticas que indican que en los últimos ocho años en diciembre han matado a más de mil 50 personas.
Se preguntó si diciembre, que es un mes para compartir con la familia y divertirse, es para celebrar o para matarse.
En el programa, además de Almeyda, participaron el procurador general de la República, doctor Radhamés Jiménez Peña y el jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín.
Afirmó que sólo en diciembre de 2007 fueron asesinadas 234 personas con armas de fuego.
Agregó que esas estadísticas reflejan que de cada tres asesinatos, uno es cometido por delincuentes y dos en hechos relacionados con la violencia en renglones de otros sectores sociales como incidentes por celos en discotecas, discusiones por choques de vehículos o vecinos que se enfrentan a balazos por el uso de un parqueo.
Destacó que en Interior y Policía hay 202 mil civiles registrados con licencia para portar armas de fuego y consideró que muchas muertes pudieran evitarse si tanta gente no tuviera armada.
Ante este planteamiento, Daniel García Archivald, comentarista del programa, reflexionó a Almeyda el porqué se sigue expidiendo licencia para portar armas de fuego.
El funcionario retomó el alegato de que hay gente como empresarios y transportistas de valores que necesitan estar provistos de armas, los primeros para defender sus bienes y los segundos para protegerse en su trabajo.
Sobre la oposición de personalidades de los medios de comunicación, empresariales y hasta religiosos que han expresado oposición a la iniciativa de Interior y Policía, Almeyda argumentó que esas reacciones se han producido por desinformación, porque se cree que se trata de un desarme general.
En este punto llamó al programa el productor de televisión Freddy Beras Goico, quien había objetado la medida y rectificó su postura.
Beras Goico dijo que su actitud estaba motivada en que estando fuera del país el vigilante de su residencia dijo que se tiroteó con un delincuente que trató de robar en la casa.
Sobre este incidente hubo una contradicción, porque mientras el vigilante, que no fue identificado, aseguró a Beras Goico la presencia del supuesto ladrón, a la Policía, según el mayor general Guzmán Fermín, dijo que lo ocurrido fue que se durmió y cuando despertó disparó al aire.
Beras Goico rectificó y expresó su apoyo a la medida de Interior y Policía y dijo esperar que la restricción al uso de armas de fuego no se limiten sólo a diciembre.
También han criticado la resolución de Interior y Policía, las presentadoras de televisión Ivonne Beras, Miralba Ruiz, el merenguero Kinito Méndez, una asociación de arroceros, monseñor Agripino Núñez Collado y el abogado y diputado Pelegrín Castillo.
Castillo calificó de ilegal la medida de Interior y Policía, pero Almeyda lo refutó alegando que el artículo 27 de la Ley sobre Porte y Tenencia de Armas lo faculta a regular su uso.
Le recordó a Castillo que es un abogado con 40 años de ejercicio y “yo sé lo que estoy haciendo”.
No obstante, dijo respetar las opiniones de esos ciudadanos, mucho más la del legislador.
Según Almeyda, en diciembre de 1999 mataron a 109 personas; en el 2000, 119; en el 2001, 99; en el 2002, 108; en el 2003, 172; en 2004, 277; en 2005, 174; en el 2006, 211 y en el 2007, 234.
Destacó que la restricción del uso de armas irá acompañado de un incremento del número de agentes policiales en las calles.
De su lado, el jefe de la Policía, a propósito de la inquietud de Núñez Collado, de que primero se desarme a los delincuentes, dijo que eso es lo que diariamente hace la Policía.
Resaltó los operativos de chequeos que con frecuencia se hacen en las calles de la Capital.
Mientras el procurador general de la República alegó que en ningún otro país se ve a civiles usando arma de la manera que ocurre en República Dominicana.
Consideró que esa es una cultura que hay que comenzar a cambiar.
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