De manera sorpresiva y sin ningún tipo de explicación, las autoridades optaron ayer sábado por ocultar como uno de los secretos mejor guardados, la investigación sobre la muerte a balazos del coronel retirado de la Policía José Amado González González, mencionado por la Fiscalía del Distrito Nacional en el caso del fugitivo José Figueroa Agosto.
Por una más que extraña coincidencia quedaron interrumpidas las conversaciones telefónicas con los procuradores adjuntos Frank Soto, Bolívar Sánchez y el fiscal Alejandro Moscoso Segarra, a pesar de que el teléfono móvil de este redactor no tiene problemas técnicos. Con cada uno de ellos, El Nacional se comunicó una vez y nunca más las conversaciones pudieron ser restablecidas.
La Policía ni la Fiscalía del Distrito Nacional, como tampoco la Procuraduría General de la República, quisieron referirse al tema, a pesar de la gravedad del caso y la importancia que tiene para la sociedad.
La Policía rehusó referirse al tema y remitió a El Nacional a los procuradores adjuntos Frank Soto y Bolívar Sánchez, pero éstos se negaron a dar declaraciones.
Este redactor hizo decenas de llamadas al celular de Soto, y al final éste devolvió una, pero no habló y en el fondo solo se escuchaba un murmullo.
Varias llamadas también fueron hechas al celular del procurador adjunto Bolívar Sánchez, una de las cuales fue respondida por éste, pero alegó que no escuchaba.
Igual ocurrió con el fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso Segarra, quien al parecer sin saber que era de El Nacional que lo llamaban, devolvió una llamada, pero al percatarse de quien era solo atinó a decir, “no se oye” y colgó.
El procurador general de la República, doctor Radhamés Jiménez Peña, tampoco pudo ser contactado a través de su vocero Fernando Quiroz, quien dijo que no se había podido comunicar con él, en vista de que se encontraba en el interior del país.
Sin embargo, se supo que el procurador permaneció en la Capital y que discutió el caso con los jefes de la Policía y de la Dirección Nacional de Control de Drogas, durante un encuentro que sostuvieron en la mañana.
Una fuente informó que el procurador adjunto Frank Soto interrogó al oficial del Ejército Nacional a quien se le encargó la placa oficial que se utilizó en la yipeta desde la cual le dispararon al coronel González González.
Trascendió que el oficial investigado ayer alegó que la placa se le extravió y que se le olvidó reportarla.
También se supo que los investigadores descartaron el “sticker” que estaba adherido al vehículo de donde se hicieron los disparos, y que tenía escrito “Spplaey”, con una dirección de la calle Osvaldo Bazil, de San Cristóbal, porque tras la investigación de lugar, determinaron que no existe ninguna compañía con esta identificación en San Cristóbal.
El vehículo que se supone fue utilizado por los matadores fue encontrado por la Policía en la tarde ayer y, según una versión extraoficial, éste fue dejado abandonado luego de que sus ocupantes intentaran quemarlo.
Intentaron quemar vehículo
Los matadores intentaron quemar el vehículo, pero al darse cuenta que eran perseguidos lo abandonaron, dijo una fuente. Se supo que las autoridades tienen buena pista. EN
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